Analizamos el cumplimiento de los objetivos 2020
El esperado horizonte 2020 ya es un hecho y está aquí. Todos los que ya llevamos unos años en el sector de la instalación y la energía, hemos crecido o madurado, repitiendo como un mantra los objetivos 20/20 trazados por la Unión Europea.
Recordemos una vez más estos objetivos, que están enmarcados dentro de un paquete de medidas aprobadas por los estados miembros sobre el cambio climático y la energía.
Con respecto a las cifras de 1990 la Unión Europea se propuso una serie de objetivos que pasan por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 20%, ahorrar el 20% del consumo de energía mediante una mayor eficiencia energética y promover las energías renovables hasta el 20%.
El compromiso suscrito en el año 2007 planteaba un gran reto para España y para el conjunto de la Unión Europea, en la reducción de los gases de efecto invernadero, el ahorro energético y el despliegue de las energías renovables hacia un cambio del modelo energético en la eurozona.
Como siempre suele ocurrir, hay alumnos aventajados y otros que están muy lejos de los objetivos, ya que los puntos de partida y las políticas aplicadas han sido desiguales y en muchos casos inconsistentes.
Quizás la meta que se puede tachar de la lista sea la primera: reducir en un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero. La transición energética iniciada en el siglo XXI, las medidas restrictivas aplicadas en todos los estados de la Unión y el hecho de que el crecimiento económico y la emisión de gases ya no sean variables directamente proporcionales, han ocasionado una disminución de cerca de un 22% de las emisiones, según datos preliminares presentados por la Unión Europea.
Muy cerca se va a quedar del objetivo del 20% de ahorro energético y es que aunque las progresiones de la Unión Europea eran muy optimistas, a partir del 2015 los consumos repuntaron entre otras cosas
por los climas extremos y el repunte del consumo en el sector transporte. Por estas y otras razones, la realidad ha sido tozuda en este caso y la UE se quedará a escasos puntos del objetivo.
En el ámbito de las energías renovables, la Unión Europea quedará algo más de dos puntos por debajo del 20% de energías renovables con un promedio del 17.5%.
Los alumnos aventajados según el Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España, de APPA Renovables, son Suecia (54,5%), Finlandia (41%), Letonia (39%), Dinamarca (35,8%) y Austria (32,6%). En el otro extremo los niveles más bajos de peso de las renovables se encuentran Luxemburgo (6,4%), Países Bajos (6,6%) y Malta (7,2%).
España se encuentra dentro de la media europea con el 17,5% de origen renovable dentro del consumo energético total, sin embargo difícilmente alcanzará ya el objetivo. Más si tomamos en cuenta que según datos de EnergyNews a pesar de que desde 2004 las energías renovables han crecido un 8.4% en el país, en los últimos 5 años se ha ralentizado mucho su crecimiento, aumentando sólo en un 1%.
Una reválida plantea la Unión Europea para el 2030. Ya están fijados los objetivos de este nuevo horizonte fijados en una mejora de la eficiencia energética del 30%, un recorte en las emisiones de gases de efecto invernadero del 40% y una cuota de renovables fijada en el 27%.
Es un compromiso del que todos en mayor o menor medida somos depositarios, como sector ya hemos asumido el reto, pero sobre todo son los dirigentes políticos los que deben liderar una transición ecológica y energética efectiva.