La comercializadora independiente Feníe Energía denuncia que puede acabar con la competencia en el mercado.
La La irrupción de la excepción ibérica en un mercado tan complejo como el de la electricidad va a tener consecuencias negativas muy graves en la libre competencia y va a causar una distorsión de mercado que castigará a las comercializadoras independientes y reforzará la posición de dominio de las grandes compañías productoras del sector.
Así se expresa la comercializadora independiente Feníe Energía, que defiende la necesidad de un mecanismo para topar el desmesurado precio del gas y reducir así el importe de la factura de la luz. Sin embargo, Feníe Energía entiende que el procedimiento establecido en el Real Decreto-Ley recientemente aprobado por el Gobierno no solo genera un altísimo nivel de incertidumbre, sino que perjudicará también gravemente la competencia y, en definitiva, a la capacidad de libre elección de los consumidores.
La nueva norma establece que los clientes con precio asociado al mercado mayorista (tanto del mercado regulado, como del mercado libre) paguen prácticamente toda la compensación al gas. Por las complejidades del mecanismo, todavía no está claro si los consumidores con contratos de precio fijo se verán mínimamente afectados o no. En la diferenciación entre estos dos tipos de clientes radica el principal problema de esta norma, que va a generar dos efectos adversos.
Menos bajada de la prevista y más ventajas para las grandes
Por un lado, la reducción de precios para estos clientes asociados al mercado mayorista va a ser menor de la prevista porque el coste de la compensación al gas lo pagan solo ellos y no todos los consumidores. Por otra parte, y más grave aún, las grandes eléctricas, que venden la electricidad a sus propias comercializadoras intragrupo a precio inferior al del mercado mayorista (lo que les permite tener casi todos sus contratos a precio fijo) quedarán en gran parte excluidas de tener que abonar compensación alguna.
Se da la circunstancia, además, de que la exención de parte del pago al gas no se hará sobre la electricidad finalmente consumida y pagada por los clientes finales, sino por la cantidad de energía previamente comprada por las comercializadoras para los próximos 12 meses, de forma que si una compañía puede presentar una gran cantidad de energía adquirida previamente (como solo pueden hacer las del oligopolio) tendrá una gran exención que se mantendrá incluso aunque sus clientes se vayan a otra compañía y no consuman esa energía en concreto. Teniendo en cuenta que los cambios de compañía son habituales, el resultado será que las grandes podrán disponer de un remanente muy grande de energía exenta de pagar la compensación al gas, ganando así una posición competitiva que ningún otro agente del mercado podrá tener.
Feníe Energía entiende que aún es posible limitar el alcance de los daños que el mecanismo va a producir en el libre mercado y propone en este sentido una actualización mes a mes de la energía de cada comercializadora que quede exenta de pago para que así se ajuste mejor a la energía realmente vendida a los consumidores finales.
Acceso a las subastas de energía
Otras vías que Feníe Energía entiende que también podrían contribuir a moderar los problemas creados por este mecanismo es que se llevasen adelante efectivamente los compromisos ya tomados por el Gobierno en el sentido de rebajar las garantías para operar que se exigen a las comercializadoras independientes y, sobre todo, que finalmente se celebren las subastas de energía previstas en las que las grandes productoras eléctricas deberán poner en el mercado libre al menos el 25% de su energía barata que ahora reservan exclusivamente para sus propias comercializadoras.
Desde el convencimiento de la necesidad urgente de abaratar el precio de la electricidad, Feníe Energía considera que hay margen para depurar y mejorar la propuesta presentada en los últimos días por el Ministerio de Transición Ecológica y que aún está pendiente de su aprobación definitiva por la Comisión Europea.
La comercializadora independiente denuncia finalmente que, sin libre competencia, el consumidor español estará aún más indefenso en el futuro frente a un mercado dominado por las grandes compañías.la instalación de puntos de recarga.